Carrito Vacío
En nuestro día a día estamos inmersos en un mundo en el que siempre se encuentra presente el ruido de alguna u otra forma. Ya sea en el interior de nuestras casas, al caminar por las calles o en el trabajo, los estímulos auditivos siempre están ahí. El sentido auditivo que nos permite escuchar está tan acostumbrado al ruido que hace difícil detectar cuando el nivel de sonido ya se encuentra rebasando el límite máximo. Y justo por esta razón, lo vuelve aún más difícil evitar que el ruido dañe nuestra audición.
La contaminación acústica es la tercera más peligrosa de contaminación en el mundo, a lugar atrás de la contaminación del aire y del agua.
Organización Mundial de la SaludSe define como la presencia de sonidos de gran intensidad que alteran las condiciones normales del ambiente y que resultan desagradables o molestos para las personas.
Aunque todos somos responsables del ruido que generamos, existen algunas causas muy comunes que no podemos elegir el nivel del sonido, como son:
Aunque el ruido es generalmente generado por actividades industriales, obras públicas, centros de diversión o en el tráfico; nosotros también producimos ruido en algún momento. Es importante ser conscientes de que el ruido que generamos puede dañar a las personas de nuestro alrededor.
El ruido es más dañino de lo que parece y puede generar una gran variedad de consecuencias que van desde tipo fisiológicos y psicológicos hasta sociológicos. Algunos son:
La exposición a grandes fuentes de contaminación sonora produce que poco a poco se vaya perdiendo la capacidad de oír.
Uno de los principales efectos es la socioacusia, que es un daño leve al sistema auditivo y se identifica con la aparición de un pitido constante luego de haberlo sometido a altos niveles sonoros. Este efecto suele pasar en varios días, pero el abuso de estas condiciones conducirá a la disminución de la capacidad auditiva y eventualmente a la sordera.
Otros efectos físicos incluyen: dolores de cabeza, dilatación de pupilas, aceleración del pulso, incremento de la tensión muscular, incremento de la presión arterial, modificación del ritmo respiratorio, agudeza de visión y otros síntomas del estrés.
Los ruidos pueden ser altamente dañinos para la salud mental y emocional de las personas, algunas consecuencias puede ir desde insomnio, fatiga, estrés, malestar, irritabilidad hasta llegar a enfermedades como ansiedad y depresión.
Puede también causar trastornos del sueño, de conducta, de la memora y hasta de atención.
La falta de un sistema auditivo óptimo, se puede propiciar que exista una interferencia comunicativa. Al no poder discernir unos sonidos de otros, puede ser complicado la comunicación en un espacio abierto y congestionado.
También puede hacer que niños y niñas a edad muy temprana tengan problemas de aprendizaje, como también de comunicación.
Las personas menos favorecidas socio económicamente son las más afectadas. Debido a que conviven día a día en condiciones no favorables en términos de: la calidad del espacio, calidad del transporte público, en lugares donde no cuentan con absorción o aislamiento con respecto al ruido.
A pesar de la consideración mundial por los daños que produce el ruido, la ignorancia sobre el tema es alarmante. Esta falta de visibilidad directa no solo provoca ignorancia, sino también costumbre.
Las acciones tomadas por los gobiernos para mejorar la situación son mínimas en términos de creación, implementación y seguimiento de políticas públicas. Pero hay algunas acciones que individualmente se pueden realizar para evitar la contaminación acústica:
Aunque todos somos responsables del ruido que generamos, existen algunas causas muy comunes que no podemos elegir el nivel del sonido, como son:
Nunca te canses de ayudar
Fuentes:
http://proteccioncivil.gob.mx/
www.gob.mx/semarnat
https://concepto.de/